Completamente de acuerdo con este artículo que leí cuando empezaba a estudiar Animación sociocultural y turística:
Además de pretender cambiar el mundo y filosofar, a ratos, sobre cómo dinamizar la sociedad, las labores que vamos a desarrollar serán, entre otras, las siguientes:
“Redactor de proyectos y programas, conserje, optimizador de recursos económicos comunitarios, asesor de políticos, transportista, técnico de sonido y de luces, programador cultural, especialista en informática, ponente, limpiador, camarero, especialista presupuestario, experto en metodologías con jóvenes, experto en información juvenil, experto en cultura juvenil, experto en vivienda juvenil, experto en emancipación juvenil, experto en turismo, experto en desarrollo comunitario, asistente a jornadas, seminarios, congresos y cursos (servibles e inservibles), formador, redactor de notas de prensa, organizador de eventos (planificados y de “hoy para ayer”), cargador de culpas cuando alguien de mayor “rango” la fastidia, experto en asociacionismo, organizador de reuniones y de la limpieza de la sala posterior, experto en poner dinero de tu bolsillo, maestro en buscarse la vida y pedir cosas, experto en montaje de exposiciones (y desmontaje), electricista, especialistas en utilización de infraestructuras públicas, maestro de solicitud de permisos...